En la vida en casi todos los momentos claves lo fundamental está en convencer a los demás y sobretodo en convencerte a ti misma.
Para ello debemos argumentar que el producto y servicio que deseamos ofrecer cubre una necesidad concreta esencial para el receptor.
Las grandes empresas del mundo son las que cubren las necesidades básicas como alimentación, higiene personal, ropa, calzado, constructoras, materias primas, etc.
Hay varias estrategias para crear negocios, pensar en vender poco a pocos a precio alto, con gran margen de beneficio, como Rolex o Porsche, o crear productos de consumo a precio bajo, con bajo margen de beneficio, pero que se vende a mucha gente y genera a la larga mucho beneficio, como hace por ejemplo Inditex, Ikea, Decathlon, etc.
Y el negocio ideal es vender algo caro a mucha gente, como es el caso de Apple con el IPhone o todos sus productos.
Los negocios medios que cubren necesidades a una población relativa o nicho suelen ser la gran mayoría y los que a duras penas sobreviven, ya que se crearon por la oportunidad en su día de un antiguo negocio familiar, o un local disponible, etc; sin planificación inicial, igual estos negocios se pueden optimizar mucho creando un plan de marketing creativo.
LA REVOLUCIÓN DE LAS PEQUEÑAS COSAS
En este cupo de negocios caben todo tipo de negocios de barrio como bares, papelerías, ferreterías, perfumerías, zapaterías, farmacias, peluquerías y centros de estética, mecánicos, carnicerías, pescaterías, fruterías, etc.
Se pueden realizar acciones de marketing dinámicas creativas que mejoran la comunicación con sus clientes, tanto a nivel offline, a pie de calle, como utilizando las nuevas tecnologías, por ejemplo el «Google My Business», y otras aplicaciones disponibles.
¿Por qué tu vecina va a comprar un ventilador en Amazon pudiéndolo comprar en la ferretería del barrio pudiendo disponer de el producto en 2 horas y al mismo precio?
La tienda de barrio genera la confianza que le falta a las tiendas online, pero la tienda de barrio no dispone de un sistema de compra de 24h online, y si tubiera una tienda online lo podría servir, y luego mediante un servicio de entrega a domicilio llevarlo a la persona a primera hora de la mañana.
El secreto de la revolución del pequeño secreto es que no sabe que con una inversión media de unos 2000€ podría combatir a las grandes empresas globales, ya que tiene lo que no tienen ellas, la cercanía con las personas.
Se trata de crear planes de comunicación para hablar de tú a tú con las personas y darles todas las facilidades de compra disponibles gracias a Internet y la creatividad.
Desde tu comercio de barrio puedes interpelar a las personas que pasan por tu escaparate y crear mensajes originales que les hagan entrar y conocerte mejor, y a la vez tú conocerles, para saber cuáles son sus necesidades y entender así cómo cubrirlas.
Puedes ofrecer todo aquello que no puede ofrecen Amazon, cercanía y trato personalizado, y productos y servicios personalizados.
Porque somos seres humanos y siempre preferiremos que nos atienda una persona real que una máquina, por más inteligente que sea.
Esa es la clave para innovar y mantener un negocio, servir a los demás, a tus públicos de la mejor manera, para crear sentimiento de pertenencia, ser referente para ellos y ellas, y al final generar confianza, que es lo que en conjunto más necesitamos las personas hoy en día de los demás.
Este tipo de trabajo social para las Pymes se puede realizar muy bien desde las asociaciones de barrio y desde los propios comercios, para generar un comercio que prospere e integre a los diferentes grupos sociales de cada zona, crear redes de trabajo conjuntas en beneficio global. Pensar global y actuar en local.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
Para empresas de mayor calibre la clave está en acercarse a las personas, mostrar cercanía y compromiso social, en todo lo que enmarca trabajar para que cada parte de las entidades sea ética, tanto en los procesos de fabricación, como en los de contratación y recursos humanos, deben pensar que las empresas son grupos de personas, a las que hay que tener siempre en cuenta, y las dinámicas internas son las que harán que cada empresa se mantenga cada día.
Igual los públicos ahora somos mucho más exigentes y estamos informadas y pedimos empresas implicadas social y culturalmente, no solo haciendo etiquetas ecológicas, sino también teniendo una política de recursos humanos humana, adaptada a cada persona, dando valor y creando acciones de participación activa motivadoras, fomentar la flexibilidad de horarios, el trabajo desde casa, la conciliación familiar, la igualdad salaria para las mujeres, cuidando que cada mensaje que sale de su marca no sea sexista ni invasivo, que sea tolerante y fomente la integración social, el ecologismo, la protección de los animales y la salud global.
Ese es el buen marketing, el marketing social, el marketing feminista con perspectiva de género, es el marketing que se centra en las personas y en mejorar y sobretodo en mantener una sociedad mejor para todas.